El antes y el después.
El armario es de chapa, y no me gustaba nada, a sí que me decidí a pintarlo a mi gusto. Os explico un poco como lo hé hecho:
tiene una base de pintura acrílica, aplicada con rodillo, en puertas y cajones. Las rayas azules es papel de pared, recortado y pegado en el centro. Lo hé barnizado con un barniz incoloro al agua, para protegerlo un poco. Luego, lo he enmarcado con un marquito finito de madera, pintado con la misma pintura de antes. En la puerta de la derecha he pegado un espejo alargado, con un pegamento muy fuerte, no sea que se caiga. Y por último quité los pomos tan feos de plástico que tenía originalmente y los sustituí por otros mas bonitos. Como no me decidía por un solo modelo, puse todos los que me gustaron a la vez. Y este es el resultado. Ahora cuando lo miro, me alegra la vista. ;p
Definitivamente te vamos a encerrar en casa un par de días así le das un cambio de cara al armario dinosaurio de la habitación contigua ajjaja
ResponderEliminarPero será en junio. Rato, el que avisa no es traidor...
Jeje!! No es mas que pintar por allí, cortar por aquí, pegar.....y hecho!!
ResponderEliminarEn directo es mas bonito que en las fotos.
Nos vemos, besos!